Algunos no somos conscientes de que muchas discotecas valencianas de la llamada
"Ruta del Bakalao" se ubicaron en viejas construcciones agrícolas preexistentes. La veterana discoteca Barraca, inició su actividad en la típica vivienda de los labradores valencianos del mismo nombre, que gestionada por un belga inició su andadura allá por 1965. Chocolate Cream nació en un almacén secadero de arroz como una discoteca de funky a finales de los setenta, a la sombra de la primera y a escasos 200 metros de distancia. El Molí en Sueca fué un antiguo molino, Dream's Village era una casa de campo en el término de Pinedo. Las mas renombradas se encuentran ubicadas dentro del Parc Natural de l'Albufera, mantienen activas sus licencias y marcas comerciales aunque se encuentren años cerradas o en estado ruinoso. Son afortunadas las que abren sus puertas en algún evento puntual como la celebración de aniversarios para un público nostálgico.
NO ES DESCARTABLE LA HIPOTESIS DE QUE ESOS LUGARES MITICOS VUELVAN PRONTO A ESTAR OCUPADOS POR TRACTORES Y CAJAS DE VERDURAS.
En los años ochenta, el escritor y crítico de arquitectura británico Reyner Banham proclamó que ya se habían construido todas las arquitecturas necesarias en el planeta, por tanto solo deberíamos aprovechar las existentes actualizando sus funciones.
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